Penas más duras y cárceles privadas: la reforma del Código Penal que propone Milei
Nación trabaja en una ambiciosa reforma del Código Penal con el objetivo de que el sistema sea "más punitivo y que castigue más al delincuente".
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En medio del avance de las sesiones extraordinarias en el Congreso, el Gobierno prepara las iniciativas que enviará para su tratamiento durante el próximo período de sesiones ordinarias. Una de las más destacadas es la modificación del Código Penal, que busca endurecer las penas para determinados delitos.
El proyecto, que ya está listo desde octubre del año pasado, será presentado por el presidente Javier Milei durante la apertura del año legislativo, el próximo 1 de marzo. Aunque esa fecha caerá sábado, el acto se realizará ese mismo día por la noche, con transmisión por cadena nacional.
El secretario de Justicia, Sebastián Amerio, encabeza el equipo encargado de los cambios, acompañado por la Comisión de Reforma del Código Penal. Uno de los principales autores del proyecto es el camarista Mariano Borinsky, quien recientemente mantuvo una reunión con Cúneo Libarona para ultimar detalles antes de la presentación formal.
Uno de los puntos más relevantes de la reforma será la modificación de la cadena perpetua, que actualmente establece una pena máxima de 35 años, salvo en casos excepcionales. El artículo 13 del Código Penal permite la posibilidad de libertad condicional para condenados a prisión perpetua después de cumplir 35 años de reclusión, siempre que los informes periciales consideren viable su reinserción social.
"Nosotros queremos que la perpetua sea, efectivamente, perpetua, para toda la vida", afirmó uno de los funcionarios involucrados en el proyecto. Si bien aún no se definieron los delitos específicos que estarían sujetos a esta pena, el foco estará en los crímenes más graves, como ciertos tipos de homicidio y hechos de extrema violencia.
En cuanto a las violaciones, el proyecto propone aumentar las penas actuales, que van de 6 a 15 años, ampliándolas hasta 20 años en casos agravados, como cuando se provoca daño físico o psicológico a la víctima o cuando el agresor es portador de una enfermedad de transmisión sexual.
Según explicaron fuentes oficiales, "el endurecimiento de las penas no solo busca castigar el delito, sino también disuadirlo". "Si un criminal no le teme a la pena porque sabe que, incluso si lo detienen, puede quedar en libertad rápidamente, el sistema pierde su función disuasoria", destacaron desde el equipo que trabaja en el proyecto.
En paralelo a esta reforma, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, está trabajando en un proyecto para construir cárceles de gestión privada, con el objetivo de reducir la sobrepoblación de los establecimientos penitenciarios estatales.
En mayo pasado, Bullrich, junto al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, anunció la creación de dos prisiones privadas en la ciudad de Buenos Aires, aunque estas aún no fueron inauguradas.