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María Eugenia Sánchez

Periodista.

Cinco años después: la vida de Valentino Bejarano, el niño chaqueño que recibió un trasplante de corazón

Valentino Bejarano, el niño chaqueño que recibió un trasplante de corazón.

Cinco años pasaron desde que Valentino Bejarano, un niño chaqueño de apenas 5 años, recibió un trasplante de corazón que cambió su vida y la de su familia para siempre. Hoy, a sus 11 años, su padre, Julio Bejarano, rememora esos días llenos de incertidumbre y esperanza, y cuenta cómo es el día a día de Valentino ahora, tras este proceso tan complejo.

La historia comenzó en enero de 2019, cuando Valentino, que llevaba una vida completamente normal, comenzó a sentirse decaído. "No tenía síntomas, pero de un día para otro empezó a desganarse. Lo llevamos al pediatra, pensaban que tenía anemia o algo similar", recuerda Julio. Sin embargo, la situación empeoró rápidamente. En cuestión de días, Valentino comenzó a sentirse más agotado y a mostrarse más agitado, lo que llevó a los padres a derivarlo al Hospital Pediátrico. Fue entonces cuando recibieron la noticia que cambiaría su vida: Valentino padecía una miocardiopatía dilatada.

Valentino junto a enfermeras y doctoras.

"En dos semanas, ya estábamos en Buenos Aires, en el Sanatorio Güemes. Intentaron tratarlo con medicación, pero el corazón de Valentino no mejoró. Fue entonces cuando lo derivaron al Hospital Favaloro para un trasplante", explica Julio. En marzo de 2019, tras ser conectado a un corazón artificial llamado Berlín Heart, Valentino pasó a urgencia nacional y quedó en el primer lugar de la lista del CUCAI.

El 11 de mayo de 2019, llegó la tan esperada noticia: un corazón compatible estaba disponible. Ese día, Valentino fue trasplantado. Desde entonces, su recuperación fue sin escalas, aunque no exenta de desafíos. "Gracias a Dios, la recuperación fue excelente. Los primeros controles fueron mensuales, con biopsias y laboratorios, pero hoy en día, los controles son más espaciados", cuenta su padre.

Valentino Bejanano antes de viajar.

A pesar de los riesgos de rechazo, debido a que el corazón trasplantado no es un órgano natural, Valentino lleva una vida sorprendentemente normal. "Él va al colegio, cursa 5to grado en la escuela 1072 de Fontana y asiste también a la escuela de arte de la USINA. Más allá de la dificultad motriz que tiene por haber estado mucho tiempo inmóvil, está progresando muy bien", comenta Julio, orgulloso de los logros de su hijo.

Valentino tiene un hermano llamado Noah, de 10 años, con quien se lleva "super bien". "Son muy unidos, siempre jugando, hablando uno del otro cuando no están juntos", explica Julio.

Valentino junto a su hermano, Noah.

Tras la experiencia esto los llevó a fundar la "Fundación Valentino" en 2021, junto a su esposa, Griselda. La fundación trabaja incansablemente para concientizar sobre la importancia de la donación de órganos. "Desde que creamos la fundación, estamos llevando a cabo actividades junto al CUCAI, asesorando a las familias que atraviesan situaciones similares a las que vivimos en 2019", dice Julio. Además, la familia tiene en mente un proyecto a largo plazo: la creación de una "Casa Valentino", un espacio de resiliencia para personas en situación de diálisis. "Estamos en tratativas con el intendente de Fontana para lograrlo", explica emocionado.

La historia de Valentino es un testimonio de fortaleza, esperanza y lucha. A pesar de las adversidades, la vida de este niño chaqueño, y de su familia, sigue adelante con la misma valentía con la que enfrentaron el desafío del trasplante. La esperanza y la solidaridad, hoy, son el motor de una nueva misión: transmitir la importancia de la donación de órganos y apoyar a quienes atraviesan el difícil camino de la enfermedad.

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