El transporte público en Resistencia: una década de avances y reniegues para los vecinos
Desde el precio del boleto a los distintos métodos de pago que se utilizaron en la ciudad y alrededores.
El transporte público de pasajeros, una opción tan querida como necesaria y algunas veces odiada por los usuarios. En una década hubo una gran variedad de cambios sobre el servicio, desde su forma de pago y precios hasta la aparición de nuevas líneas para el Gran Resistencia.
Lo que siempre preocupó fue el precio del boleto, que en 2014 costaba $ 3,75, una diferencia abismal a la tarifa actual, que es de $ 710. En cálculos, en una década, el precio aumentó más de un 18800%.
En cuanto a las líneas que cubrían los distintos recorridos, hasta 2023 eran 12 las líneas que realizaban 23 recorridos distintos en toda la zona del Gran Resistencia. Fue en ese año, teniendo en cuenta la expansión del aglomerado urbano chaqueño, que decidieron sumar cinco nuevas líneas más.
También se debe destacar la mención de distintas medidas para salvaguardar el bolsillo de la gente, como la implementación del boleto gratuito tanto para estudiantes como para grupos específicos de trabajadores.
Para ello, hay que remontarse a mediados de 2015, empezó la implementación del Boleto Estudiantil gratuito, que en principio rigió para universitarios y terciarios, pero que en 2016 alcanzó a los demás niveles.
La educación siguió siendo el foco en la movilidad, por lo que en 2023 confirmaron la llegada de "Vamos a enseñar", el programa que subsidia el 100% del boleto a todos los docentes de la provincia.
LA FORMA DE PAGO: LA LLEGADA DE LA SUBE
Desde entonces, el sistema de transporte público de pasajeros del Gran Resistencia empezó a experimentar una gran diversidad de cambios. En esos tiempos, la única forma de pago era la tarjeta "Tarjebus", que con el pasar de los años tuvo fuertes oposiciones de parte los vecinos de la ciudad que rechazaban a dicho plástico como único medio de pago para los colectivos y exigían la llegada del sistema "SUBE", que nació en 2011 en la Ciudad de Buenos Aires y poco a poco empezaba a distribuirse en todo el país.
No fue hasta 2017 que finalmente llegó SUBE a Chaco. Sin embargo, su implementación tardó más de lo debido a retrasos en el funcionamiento del plástico, lo que incluso llevó a una sanción de parte de Nación a la provincia. El castigo fue duro: una quita del 10% de los subsidios y restricciones en el acceso a los combustibles.
Para ejemplificar, hasta agosto de ese año, ya se habían entregado más de 35 mil tarjetas gratuitas, pero los vecinos no podían utilizarlas debido a la falta de habilitación de las empresas de colectivos. Con el correr de los meses, dicho sistema se normalizó en el Gran Resistencia e incluso convivió con la "Tarjebus", que se dejó de utilizar en 2018.
Aunque también hubo algunas inconsistencias durante ese año. Una de ellas fue para los trabajadores y estudiantes que debían pasar a Corrientes, que tenía su propio sistema de "Tarjebus". Esto obligaba a quienes debían cruzar el puente General Belgrano a tener tres tarjetas: la Tarjebus correntina, la chaqueña y la Sube, que ya regía en el transporte urbano.
En los últimos años, el sistema SUBE se afirmó en el Gran Resistencia, teniendo incluso los mismos beneficios que en la Ciudad de Buenos Aires, como la Carga a bordo y la Sube digital, entre otros.