Sudáfrica le ganó un partidazo a los All Blacks y se consagró por cuarta vez como campeón del mundo
A través de cuatro penales de Pollard, los Springboks superaron por 12 – 11 a los All Blacks y festejaron en el Stade France de París.
En un partido cerrado, ninguno de los dos equipos logró sacarse una ventaja abrumadora sobre el rival, todo lo contrario, fueron cuatro penales los que aseguraron el triunfo de los sudafricanos. De esta forma, los springboks alzaron el título por cuarta vez en la historia.
El inicio del encuentro fue dirigido por los ganadores, quienes presionaron con su primera línea a los neozelandeses. Por su parte, a los "kiwis" no les fue fácil encontrar los espacios en un campo que se encontraba mojado.
La apertura del score llegó a sólo tres minutos de iniciar el juego con un penal de Pollard que no perdonó y se cobró la ventaja. A través de una gran intensidad, los de verde presionaron todo el primer tiempo aprovechando los puntos de diferencia. A los 11, llegó el segundo penal del mismo pateador.
Ya a los 16, los All Blacks descontaron el marcador a través de un penal de Richie Mo’unga, pero la respuesta no tardó en llegar y el verdugo de pollard hizo valer su patada marcando el tercer penal.
Recién a los 23 minutos, los All Blacks empezaron a tomar la iniciativa, alcanzando la última línea de la defensa sudafricana, pero cuando todo parecía equiparase llega una tarjeta que lo cambia todo. El árbitro cambió una tarjeta amarilla por una roja para Cane.
De esta forma terminó el primer tiempo, con una diferencia de 12-3 para los sudafricanos y a pesar de los intentos de neozelandeses, no lograron revertir el marcador. Finalmente, los springboks se hicieron del mundial.