Condiciones que deben cumplir vs. las dificultades económicas que enfrentan los refugios de animales en Chaco
Control veterinario, espacios, jaulas y condiciones sanitarias, son algunos de los aspectos a tener en cuenta para evaluar el funcionamiento de estos albergues.
En la provincia funcionan varios refugios, albergues y protectoras de animales, que en muchos casos les dan asilo, los atienden, y los acompañan en la búsqueda de un hogar permanente o durante una larga recuperación de enfermedades.
No es inusual ver en las redes sociales las campañas solidarias de este tipo de refugios, que trabajan con donaciones para darles una nueva oportunidad a estos animales. Son espacios de cuidado, pero que deben cumplir con numerosas condiciones para mantener saludables no solo uno, sino decenas de animales a la vez.
Es una labor dedicada, según detallaron desde la protectora Patita de Puerto Tirol. "Implica darles de comer, curarlos en el caso de que estén lastimados, tratarlos cuando están enfermos, vacunarlos, desparasitarlos entre otras cosas. Castrarlos también, sean machos o hembras".
"Los animales necesitan atención, necesitan salir, pasear", detalló Zunny Martínez, de Huellas Caninas. La proteccionista señaló que se encuentra en contra de los refugios, que en muchos casos pueden llegar a representar maltrato animal, de no cumplir con las condiciones correspondientes.
Para ella, los refugios deben cumplir con todas las normativas para albergar a un gran número de animales de forma sana y segura. "No es que podés decir ‘tengo un refugio y los tengo así’. No. Tenés que tener un determinado espacio, la higiene, el tema de las cañerías, que haya cloacas, todo un tema y nadie cumple", expresó.
Y añadió: "Para mí un refugio tendría que estar en un campo donde los perros se puedan esparcir y la atención en todo aspecto, sanitaria y veterinaria".
En esa línea, el presidente del Consejo Veterinario del Chaco, Luis Vila, detalló a este medio que algunos de los aspectos a tener en cuenta a la hora de evaluar las condiciones de estos establecimientos son los espacios en los que los animales viven, si se encuentras en jaulas y si cuentan con el control sanitario y veterinario correspondiente.
En esa línea, destacó que desde el Consejo se lleva adelante el control de estos espacios, enmarcado desde la legislación provincial: la Ley 1340C y el decreto reglamentario 2502. Se trata de una legislación que regula la profesión veterinaria.
En particular, el Consejo se encarga de la regulación de estos espacios con una principal exigencia: que cuenten con un profesional veterinario de cabecera.
"Sin el profesional veterinario no pueden estar funcionando", detalló Vila. Y dijo que se realizan actas de inspección en base a las que, de no contar con el trabajo de un veterinario con habilitación técnica, que cumpla con una cierta carga horaria y cuente con un libro de registro, comienza el control de las condiciones sanitarias del establecimiento.
Este tipo de condiciones son indispensables a la hora de cuidar de un gran número de animales y la normativa a seguir por estos establecimientos no es muy conocida por la ciudadanía. Para Vila, es necesario realizar campañas informativas para dar a conocer estos procedimientos: "Nos basamos más en denuncias. Hay que empezar la difusión, campañas informativas, para que la gente pueda enterarse que eso está mal y comiencen a hacer las denuncias".
Según consideró, de esta manera se puede hacer "un mejor mapeo, una hoja de ruta, y hacer una inspección un poco más coordinada".
En tanto, desde las protectoras aseguran que mantener este tipo de condiciones "conlleva plata, y mucha".
"Tenés que mantener la casa limpia, limpiar 3500 veces al día. Tenés que mantener un control sanitario de los perros, tengan o no tengan enfermedades contagiosas, hay que cuidarlos", detalló Zunny.
Y consideró que no es conveniente que los refugios alberguen más de 30 animales: "Es imposible por todo lo que conlleva en gastos: tratamientos, consultas, higiene, alimentos especiales. Lamentablemente si hoy no tenés gente que colabora con vos fija, si no tenés padrinos, no podés solventar los gastos. Hay que tenerlos en condiciones dignas".
Muchas protectoras se sustentan mediante la voluntad de la gente, que ayudan a través de campañas solidarias a los casos más urgentes. "Todo implica gastos y en nuestro caso son solventados con ventas de bonos o actividades que se hacen a beneficio de los animales: ferias, rifas, comidas", explicaron desde Patita.
Por su parte, en Huellas Caninas también implementan un sistema de "padrinos". Se trata de personas que eligen un animal y aportan todos los meses para que este tenga su alimento, el tratamiento y el cuidado necesario.
"La persona elige si paga mensualmente en efectivo o en transferencia. El monto es a voluntad, pero son personas que cumplen todos los meses con las cuotas", detalló Zunny.
Y contó: "Por ejemplo, nosotros tenemos una madrina que le compra a una perrita que come alimento cardíaco, que sale 11.500 pesos. Todos los meses le trae su bolsa. Hay maneras de colaborar".
Para la proteccionista, que cuenta actualmente con un albergue de 10 perros, los refugios solo son viables si cumplen con las condiciones necesarias para que los animales lleven una vida sana, más allá del costo.
"El tema fundamental es que estén castrados todos los animales, porque esto es lo que se previene en toda protectora, la sobrepoblación de animales. Sino no sirve de nada tu trabajo. Segundo, el plan sanitario. Es lo que se exige, es básico", consideró.