Murió un taxista que quiso evitar el robo de su auto subido al capot

En el barrio porteño de Boedo, un taxista intentó infructuosamente evitar el robo de su vehículo de trabajo y se subió al capot con el auto andando. El delincuente, que iba a mucha velocidad y con poca visibilidad, cruzó en rojo en plena avenida e impactó de llenó con otro automóvil, lo que hizo que la víctima saliera despedida y aterrizara a varios metros contra el asfalto. Murió horas después en el hospital.

El taxista, llamado Timoteo Tintilay, se detuvo para realizar una compra en una panadería y cuando bajaba del vehículo fue sorprendido por un joven de 20 años que le sustrajo su auto. El afectado se resistió y se subió al capot del rodado.

Tintilay fue trasladado rápidamente al centro de salud más cercano. Fuentes policiales afirmaron que ingresó estable con al menos una fractura expuesta, pero falleció esta tarde como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio.

Asimismo, tras el choque el asaltante, de nombre Carlos Daniel Robledo, quiso escapar a pie e intentó robar una motocicleta, pero al no poder encenderla la dejó tirada en el asfalto. Finalmente, efectivos policiales pudieron detener al ladrón a unas diez cuadras del lugar del siniestro.

Por su parte, el conductor del Peugeot 206 embestido por el taxi sufrió politraumatismos varios con una contusión en la cabeza, por lo que también fue trasladado al hospital. A su vez, producto de la fuerte colisión también se generó un incendio que fue combatido por bomberos.

Los antecedentes del ladrón

Robledo ya había sido detenido el pasado 8 de diciembre mientras empujaba una motocicleta Honda XR 250. Después admitió ante las autoridades policiales que no tenía la documentación de la moto, y a los pocos minutos un joven de 25 años se hizo presente en el lugar y aseguró ser el dueño del rodado. El delincuente fue liberado a las 24 horas.