Pasó dos meses internado por inhalar monóxido de carbono y ahora lo llaman "el niño del milagro"
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El accidente había ocurrido en una vivienda en el barrio Santa Teresita de la ciudad de Sáenz Peña en el mes de agosto de este año. La madre y los menores de 9, 7, 4 y 3 años estaban durmiendo en su vivienda hasta que la mujer se despertó y encontró a sus tres hijos mayores en estado de shock y al más pequeño desmayado al costado de la cama.
Ella no podía respirar, pero hasta ese momento no sabía qué había pasado. Rápidamente, Florencia Ramírez comenzó a sacar a sus hijos uno por uno hacia el patio delantero para que puedan inhalar aire puro. Luego se percató que el televisor que estaba ubicado en el comedor había explotado y un gas tóxico había invadido la casa.
Todos los pequeños fueron llevados de urgencia el Hospital 4 de Junio donde fueron asistidos rápidamente. Dos de ellos quedaron internados en Sáenz Peña y los otros dos fueron trasladados en estado grave al Hospital Pediátrico de Resistencia.
Tras dos semanas de permanecer internados, y de superar una serie de complicaciones respiratorias, dos menores recibieron el alta que luego logró una más; el menor de 4 años.
Sin embargo, el más pequeño de nombre Jonas permanecía en grave estado y con un desalentador diagnóstico por parte de los médicos en turno. "En cualquier momento podría morir o quedar con secuelas graves", le anticipaban.
Finalmente, este lunes se supo que luego de casi dos meses de permanecer internado, Jonas logró el alta. La historia de recuperación fue difundida por la Iglesia de Jesucristo de Sáenz Peña. "Queremos compartir con vos un tremendo testimonio de milagro de sanación en la vida de Jonás".
"Un milagro"
Florencia, madre de los menores, es creyente y se aferró a su fe para pedir "un milagro" en la vida de su hijo. Pidió a Dios -señalaron desde la iglesia- que "por favor no permita que él muera y que tampoco quede con las secuelas que los profesionales predecían".
"Esa noche un médico quiso volver a probar si el niño podría resistir sin tener un tubo de oxígeno, esta prueba ya la había hecho en otras ocasiones con resultados adversos. Para asombro de todos, Jonas pudo respirar", relataron desde el templo. Días más tarde, los profesionales de la salud le quitaron toda la asistencia respiratoria.
"El niño salió del sanatorio caminado, riendo, viendo y respirando por sus propios medios y todo para la gloria de un Dios vivo que sigue haciendo milagros", concluyó el comunicado que difundió el templo.